El país vota en un escenario complicado, pero con cierta esperanza para la oposición: «Vamos a contar papel por papel». Es la primera vez que se presenta unida, permitiendo llegar al Acuerdo de Barbados, algo que no ocurría desde hace años.
Venezuela se prepara este domingo para votar tras una campaña electoral en la que el presidente y candidato a la reelección Nicolás Maduro ha vinculado la paz a su victoria: «Habrá paz o se acabará la tranquilidad«. Mientras tanto, la oposición intenta movilizar cada voto y gestiona las dudas sobre lo que pueda pasar a partir de mañana.
La líder opositora de Venezuela María Corina Machado ha asegurado que «cuando a las seis de la tarde cierren las mesas de votación», van «a contar papel por papel». Por primera vez en mucho tiempo, las encuestas apuntan a que tienen posibilidades. El chavismo puede perder y ellos podrían hacerse con el poder.
Maduro, en el poder desde 2013, se enfrentará el domingo a Edmundo González, un exdiplomático de 74 años que se convirtió en el candidato de la oposición luego de que la dirigente María Corina Machado fuera inhabilitada y que lidera la intención de voto, según las encuestadoras tradicionales del país suramericano.
Anna Ayuso, investigadora senior de Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) ha señalado a laSexta Noticias que el «punto fundamental es que la oposición ha ido unida«. Y eso permitió también llegar al Acuerdo de Barbados, un pacto que garantiza unas condiciones mínimas de participación para todos los candidatos, algo que no ocurría desde hace años. Ayuso ha subrayado que esto «permite una competición real entre dos candidatos, pero en medio de una gran polarización«.
Amenaza con «un baño de sangre»
Y es que Nicolás Maduro durante la campaña ha realizado polémicas declaraciones y constantes amenazas: «Si no queremos que Venezuela caiga en sangre, en una guerra civil fratricida, por culpa de los fascistas, entonces garanticemos el mayor éxito electoral». Con estas palabras, el chavista se ha ganado críticas de Colombia, Chile o Brasil.
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, ha asegurado que le «asustó» la declaración de Maduro. «Quien pierde las elecciones se lleva un baño de votos, no un baño de sangre. Maduro tiene que aprender que cuando ganas, te quedas,; cuando pierdes, te vas. Te vas y te preparas para otra elección. Espero que eso sea lo que pase», ha sentenciado. También ha sido crítico el presidente de Chile, Gabriel Boric, quien ha mostrado su respaldo a su homólogo brasileño y ha afirmado que es inconcebible que el mandatario amenace con «baños de sangre».
Anna Ayuso ha sostenido que con esta estrategia, Madrid «quiere movilizar a su electorado e inculcar miedo: si gana la oposición, habrá revanchismo». Un proceso que llega con denuncias de los venezolanos en el exterior, como es el caso de Juan Carlos Gutiérrez, venezolano en Madrid. Él se ha quejado de las «restricciones en consulados para que el derecho al voto esté restringido».