2024 ha sido el año en el que más he viajado de mi vida. Siempre he procurado mantener una actividad internacional, para aprender, para descubrir nuevos lugares y personas, para trabajar, para profundizar en los vínculos con las personas más queridas, y para descansar y disfrutar.
Habitualmente lo he hecho junto a Arancha, mi compañera de la vida. Pero 2024 ha sido un año especialmente intenso. América, Europa del Este, África, Oriente Medio, más de una docena de viajes que han desafiado mis capacidades. Quiero destacar cinco.
El primero a Chisináu, capital de Moldavia. Allí se celebraba la reunión trianual de la Conferencia de Tribunales Constitucionales de Europa. Pude ver a muchos amigos y conocidos, tener reuniones mano a mano con algunos de ellos como el Presidente del Tribunal Constitucional Federal de Alemania Stephan Harbarth, conocer a nuevas personas, aprender, y aportar la visión que tiene la World Jurist Association sobre los retos para el #EstadodeDerecho.
Después visité Riad. Estuve allí por primera vez y pude apreciar los pasos que ha dado el gigante Saudí para abrirse más al mundo. Mi anfitrión fue el Secretario General de la Muslim World League, el Dr. Mohammed Al-Issa. Él había sido ministro de justicia y uno de los impulsores de los cambios normativos hacia la libertad y la igualdad.
En noviembre pude visitar Zimbabue. En este caso, los presidentes de cortes eran los africanos, aunque estuvieron algunos europeos como los presidentes de los Tribunales Constitucionales de Austria y Albania.
El cuarto fue el viaje a la República Dominicana. Tras una reunión de trabajo con el Presidente Luis Abinader, que será anfitrión del #WorldLawCongress, que se celebrará los días 4, 5 y 6 de mayo de 2025 en Santo Domingo. Visité a los presidentes del Tribunal Constitucional, del Congreso, del Tribunal Federal Electoral y disfruté mucho de la compañía de mis dos amigos: el Presidente Iván Duque Márquez y el Canciller de la Universidad del Caribe (UNICARIBE), José Alejandro Aybar M..
Pero quiero destacar mi penúltimo viaje del año, a la India, a comienzos de diciembre. Nunca había estado allí. Había oído decir que o te enamoras o detestas el país. A mí me pasó lo primero. A pesar de ser miembro fundador y secretario general de la Cámara de Comercio de la India en España, a petición del Embajador, nunca había podido visitar este increíble subcontinente. Estuve 4 días en Mumbay, la capital económica de la India. Disfruté de lo que califico un caos organizado. Ruido y polvo parecen desordenarlo todo, pero la ciudad fluye llena de energía. Sin duda, para mí lo mejor fue la gente. Un carácter abierto, hospitalario, informal y divertido. Ciertamente mi conocimiento es muy limitado, superficial, pero me llevé una gratísima sorpresa y una gran impresión.
Tuve el honor de ser invitado por el Tribunal Superior de Bombay (High Court of Bombay) (no cambió el nombre porque su denominación está recogida en la Constitución), y el Colegio de Abogados de Mumbay a pronunciar la llamada Justice KT Desai Lecture 2024. Se trata de una conferencia anual en la que invitan a un jurista a que reflexione sobre un determinado tema de actualidad vinculado al derecho. A mí me pidieron que hablara sobre la libertad de expresión en el mundo actual. Fue el tema de mi tesis doctoral, a la que dediqué tres años de trabajo. He tratado de estar al día en este asunto de forma permanente. Comparto a continuación el texto que preparé. También añadiré el link al vídeo cuando esté disponible, porque mi intervención no fue exactamente la que tenía escrita.
Pude visitar varios juzgados que celebraban vistas, conversar con los líderes jurídicos de la gran megalópolis, jueces y abogados, y apreciar la importancia que en la India se da al derecho, la calidad de sus juristas, la influencia de su sistema de origen, el common law, y calidad de las élites profesionales del país. Pude conocer a varios médicos, con fama internacional, pues la hermana de Sujata Manohar, hija del Juez KT Desai, y mi anfitriona en Mumbay, es médico y algunos de sus amigos participaron en mi conferencia y en la cena posterior.
Con mi hijo Javier, la ex jueza de la Corte Suprema de la India Sujata Manohar, su hermana, el notario asesor Toni Fickentscher y el magistrado de la Bombay High Court.
Uno de los abogados de la junta directiva del Colegio de Abogados es patrono de la fundación que administra la casa-museo de Ghandi en Bombay. Allí vivió el Alma grande durante dos décadas. Pude visitarla de su mano, y fue un momento muy emocionante para mí, pues desde muy joven leí su biografía y siempre me ha inspirado su increíble forma de estar en el mundo y el cambio que generó.
La sala de justicia principal del Tribunal Superior de Bombay está presidida por un precioso retrato de Ghandi. Ante su imagen, que tanto me impresionaba, pude intervenir. Su obra y su mensaje siempre me han inspirado. Fue emocionante hablar en ese espacio que conecta la época colonial, con el presente y el futuro de un país que ya lidera el mundo en algunos aspectos.
En el Tribunal Superior de Bombay. En la tercera foto, junto con el abogado con más años de ejercicio de la India. Tiene 96 años y ejerce desde los 24.
Su forma no violenta de organizar la resistencia, y su coherencia personal y vital con la causa de la dignidad de la persona son para mí, como para millones de humanos, fuente de inspiración. Ghandi fue uno de los seres humanos más influyentes de la historia. También fue un abogado, un estudioso del derecho, -como lo fue su contraparte Pakistaní y fundador de la patria Ali Jinnah- que ayudó a que el mundo fuera más coherente y ofreció un ejemplo moral para mi y para muchos otros de culturas y generaciones tan diversas.
Me hubiese encantado conocerle y entregarle el Premio mundial de la Paz y de la Libertad. Cuando murió asesinado la World Jurist Association no existía, yo no había nacido. Él entregó su vida por la paz, defendió la justicia, y consiguió la libertad que hoy disfrutan miles de millones de personas que construyen, día y noche, con dificultad pero con esfuerzo e ilusión una de las grandes naciones de la tierra.
Javier Cremades García,
Presidente en World Jurist Association