El técnico del Real Madrid se ha convertido en la figura más reciente del fútbol que se ha metido en problemas con las autoridades españolas por el presunto incumplimiento en el pago de sus impuestos.

Aunque el entrenador italiano puede todavía ganar su caso en la corte y llegar a un acuerdo para evitar un juicio, España no suele tener contemplaciones con superestrellas como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, José Mourinho o incluso la estrella colombiana del pop Shakira durante la última década. Todos han sido acusados de intentos por ocultar al menos parte de sus ganancias.

El gran grupo de celebridades citadas ante jueces por casos fiscales ha coincidido con la lenta recuperación de España tras un doloroso frenazo económico, a raíz de la recesión global que se vivió de 2008 a 2013.

España evitó un rescate que Portugal y Grecia debieron aceptar. Sin embargo, sí tuvo que recortar su gasto en educación pública y servicios de salud. Esto generó un amplio descontento que incluyó protestas y que eventualmente dio origen a un movimiento político antiausteridad que es relevante todavía hoy.

Pere Soldevila, abogado y profesor de la EAE Business School en Barcelona, dijo que España ha perseguido desde entonces a estas estrellas, a fin de enviar el mensaje de que incluso los privilegiados tienen que pagar.

«Políticamente, los dos partidos (políticos principales) han vendido la idea a usted, que gana menos debido a los recortes, que a los que ganan más, vamos a por ellos», dijo Soldevila. «Al ciudadano que no llegó al final del mes le gusta que paguen».

Y pese a que la economía española se está fortaleciendo ahora, la búsqueda de hechos indebidos por parte de los famosos continúa. La política aplicada por la Agencia Tributaria de España en 2012, al publicar una lista anual de personas que adeudaban más en impuestos retrasados, ha seguido en pie como una maniobra que avergonzaría públicamente a dichas personas.

El caso de Ancelotti, como los de Messi, Cristiano y Mourinho entre otros, no se relaciona con los salarios que devengó con su club, sino de los negocios realizados por derechos de imagen, consistentes por ejemplo en ceder una foto a una compañía para una campaña publicitaria.

Muchos jugadores y técnicos profesionales establecieron una compañía que posee los derechos para usar su nombre e imagen con propósitos comerciales. Pero las autoridades impositivas de España han apuntado a los futbolistas que usan empresas fachada en paraísos fiscales.

Rafael Fernández Montalvo, socio del despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo, explicó que la gran diferencia entre los impuestos para quienes devengan enormes cantidades y para las empresas en España crea la tentación entre algunos futbolistas de usar estas compañías fantasma.

«La existencia de un impuesto sobre la renta de las personas físicas con un elevado grado de progresividad (en España el tipo marginal puede llegar al 51,4%), frente a un impuesto sobre la renta de las sociedades, sometidas a una tributación a tipo fijo (en la actualidad el 25%) es la principal causa que, tradicionalmente, ha explicado que, especialmente profesionales por cuenta propia, recurran a la constitución de sociedades bajo cuyo amparo tratan de eludir la progresividad del IRPF», comentó.

Los fiscales acusan a Ancelotti de usar por ejemplo empresas «carentes de actividad real» en las Islas Vírgenes como parte de un presunto ardid para defraudar 1 millón de euros obtenidos en derechos de imagen en 2014 y 15. Los fiscales presentaron contra Ancelotti dos cargos de fraude fiscal el miércoles, y buscan una condena de prisión de cuatro años y nueve meses.

Ancelotti aseguró que es inocente, al argumentar que no era un residente fiscal en España durante el tiempo de la operación a la que apunta la demanda. Los fiscales discrepan.

«He pagado la multa… Yo estoy convencido de que soy inocente y de que no era residente en 2015, ellos piensan que yo sí lo era, a ver qué decide el juez», indicó Ancelotti.

Martin Jacob, profesor de contabilidad y control en IESE Business School en Barcelona, dijo que, aparentemente, Ancelotti se equivocó en su planificación financiera-.

«Ancelotti no nos puede decir que sus derechos de imagen fueron creados ahí (en las Islas Vírgenes). Es una historia inverosímil», dijo Jacob a AP. «Quiero decir, miren a LeBron James, sería difícil argumentar que sus derechos de imagen se crearon en las Islas Caimán».

«Tengo la sensación de que las celebridades en España pensaban hace 10 o 15 años que esto funcionaría, y tal vez funcionaba entonces, pero ahora está claro que no».

La lista de futbolistas que han enfrentado acusaciones por evasión tributaria en España incluye al croata Luka Modric, a los argentinos Javier Mascherano y Ángel di María, al brasileño Marcelo, al chileno Alexis Sánchez, al portugués Ricardo Carvalho y al colombiano Radamel Falcao.

El único jugador exonerado de fraude fiscal fue Xabi Alonso.

Actores y cantantes populares en España han sido perseguidos también. La mayor estrella de todas, cuya fama rivaliza o incluso supera la de Messi o Cristiano, ha sido Shakira, quien residía en Barcelona.

La cantante colombiana aceptó un arreglo que incluía el hecho de reconocer que no pagó impuestos suficientes.

Ninguna de estas celebridades ha ido a prisión. Todas han pagado multas para que sus sentencias se limiten a menos de dos años, lo que permite al juez suspender la pena porque se trata de personas que han cometido un delito por vez primera. Pero las multas duelen, y dejan manchas en los expedientes legales y en la reputación.

Más o menos al mismo tiempo en que España endurecía la vigilancia, Francia trataba de responder al descontento popular provocado por la recesión global al implementar un impuesto del 75% sobre los superricos, incluyendo los futbolistas mejor remunerados. Los clubes franceses protestaron, al advertir que ello ahuyentaría el talento, y la medida fue abortada eventualmente.

Por lo demás, ha habido pocos casos de deportistas prominentes que se metan en problemas fiscales en otras naciones europeas.

Las autoridades francesas han emprendido una investigación sobre las acusaciones de que el París Saint-Germain recibió un trato impositivo favorable en 2017, cuando Neymar se incorporó por una suma récord de 222 millones de euros. Los agentes anticorrupción allanaron el ministerio de finanzas en enero, bajo la sospecha de que algunos políticos ayudaron a que el PSG obtuviera un trato especial para no pagar millones.

Boris Becker, el gran tenista alemán, recibió una sentencia suspendida de dos años por evasión fiscal y tentativa de ese mismo delito en 2002. Trató de mostrar que residía en Montecarlo, cuando en realidad vivía en Múnich.

Más recientemente, Becker estuvo en prisión en Gran Bretaña por ocultar activos después de que se le declaró en bancarrota. El padre de Steffi Graf estuvo también detrás de las rejas por evasión fiscal.

En otro caso que involucra al deporte alemán, el presidente del Bayern Múnich Uli Hoeness renunció antes de purgar una condena por evadir el pago de unos 28,5 millones de euros (31 millones de dólares) a través de una cuenta no declarada en un banco suizo. Se le reeligió en su puesto tras la liberación.

El caso más notorio en Italia ocurrió hace un par de décadas, cuando la policía se incautó de dos relojes Rolex de Diego Maradona en una conferencia de prensa en las afueras de Nápoles. Tres años después de aquel 2006, fue decomisado también un par de anillos de lujo en Bolzano.

Jacob, el experto contable, dijo que no le sorprendería si hubiera lo que llamó un «efecto de red», consistente en malos consejos o malas amistades, propagado entre la elite del fútbol español.

«Estoy bastante seguro de que hay mucho que va de boca en boca. Y es que establecer una empresa de imagen en las Bahamas es algo bastante peculiar. No es algo que vayas a comprar al supermercado», indicó. «Los directores generales de las empresas hablan entre sí, comparten conocimientos. Y estoy bastante seguro de que los futbolistas comparten lo mismo».

 

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